Adolf Dassler siempre estuvo identificado con la causa nazi. Sin embargo, antes de que ambos hermanos se separaran, decidieron acceder de manera conjunta con sus productos a los Juegos Olímpicos de Berlín del año 1936, conocedores del enorme escaparate que supondría para sus zapatillas dicha cita.
Adolf ponía el diseño y Rudolf las relaciones sociales. Y sobre todo, a pesar de su ideología, lo que querían era ver triunfar sus productos. Por eso ofrecieron una de las primeras zapatillas de la historia de ambos hermanos a Jesse Owens, atleta de color con el que acudían los Estados Unidos y que dio toda una soberana lección a Adolf Hitler mientras ambos hermanos se felicitaban por ello. Adolf aprendió que los negocios eran una cosa y sus ideales otra
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